La imagen bonachona y pacífica de Panoramix, el anciano druida de los cómics de Astérix y Obelix, podría ser diametralmente opuesta a la realidad. Al menos, eso es lo que parecen sugerir los últimos estudios arqueológicos sobre los celtas y, en especial, sobre sus sacerdotes, los druidas. En este documental se desvela que estos sacerdotes celtas podrían haber practicado el sacrificio humano ritual e incluso el canibalismo. Esta idea era conocida desde época romana, pues distintos autores, como Plinio el Viejo o el propio Julio César relataron en sus escritos algunas de las supuestas prácticas salvajes de los druidas. Sin embargo, hasta el momento los historiadores no habían concedido crédito a esta posibilidad, considerando los testimonios romanos –y a falta de evidencias arqueológicas– como mera propaganda de guerra.
Un punto de vista que parece haber cambiado tras algunos hallazgos recientes. Uno de ellos es el del llamado Hombre de Lindow, un cuerpo momificado que data de hace 2.000 años y que fue descubierto en Inglaterra en la década de 1980. Según los expertos, este cadáver –al parecer perteneciente a un noble– muestra signos de haber sufrido un duro martirio durante un sacrificio ritual, como explica la arqueóloga Miranda Aldhouse-Green, de la Universidad de Cardiff.
Otro hallazgo, aún más macabro, se produjo en el año 2000 en Alveston, Inglaterra. Allí, en una cueva de la localidad, los arqueólogos han descubierto los cadáveres de 150 personas que, al parecer, fueron sacrificadas en la época de la conquista romana. Para sorpresa de los estudiosos, los restos de Alveston manifestaban signos de haber sufrido canibalismo. En opinión de Aldhouse-Green y otros expertos, estas prácticas rituales seguramente pretendían obtener el favor de los dioses, en busca de una victoria frente a los invasores romanos.
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